Argentina, tierra del buen comer y el buen beber, viven la pasión del fútbol, del tango y de sus costumbres, fusión de la inmigración principalmente española e italiana.
Este viaje lo realice en 2005, apenas el país iba recuperándose de la gran crisis que sufrieron a inicios de la década y los precios, especialmente de servicios, eran muy accesibles. Era increíble llegar a un restaurante ubicado en la zona turística del centro de Buenos Aires y comer una ensalada, un bife enorme, una botella de vino tinto Trapiche malbec y pagar alrededor de 150 pesos (en este blog manejare pesos mexicanos, para evitar confusiones con el peso argentino).
Los vinos son especialmente baratos, considerando la calidad que tienen. Si se entra en una vinatería se encontraran muchos vinos entre los 20 y 50 pesos, muchos de ellos de la región de Mendoza, que es la zona vitivinícola más importante de Argentina. Así mismo se ven varias marcas de cerveza, la más popular la Quilmes, aunque hoy en día se ven muchas marcas Brasileñas (InBev compañía Brasileña-Belga, el corporativo más grande del mundo cervecero, ha comprado las principales marcas argentinas, incluyendo Quilmes y ha invadido a su país vecino con marcas conocidas en Brasil como Brahma o Skol). También Heineken tiene buena participación en el mercado Argentino.
Otras cervezas son la iguana, Isenbeck, Imperial, Stella Artois (belga), Warsteiner (alemana), etc.
Los destilados tienen baja participación dentro de los anaqueles de las vinaterías, encontrando principalmente vodka y whiskey, en estas tiendas nunca vi un tequila.
Las costumbres han ido cambiando en Argentina en cuanto al consumo del vino, actualmente los adultos son los que más lo toman, mientras que los jóvenes son más adeptos a tomar cerveza, Fernet con coca y como se comentó, vodka y whisky sobre todo dentro de los “boliches” (así se les llama a los antros Argentinos).
El Fernet lo conocí en la ciudad de Santa Fe, en donde después de cenar (obvio un buen bife de chorizo), me puse a pasear por una calle peatonal en el centro de la ciudad. Ahí en las tienditas o misceláneas tienen mesitas donde puedes tomar lo que te compras, me compre una cerveza Santa Fe, de mejor cuerpo que la Quilmes, y me puse a platicar con los Santafesinos, ellos se quejaban de los arrogantes porteños (gente de Buenos Aires) y me contaban de las costumbres que tenían en Santa Fe. Después de la cerveza me recomendaron comprar unas miniaturas de Fernet Branca, para combinarlas con coca. El sabor es agradable, pero se tiene que ir cuidando el nivel de Fernet que se pone, porque puede quedar algo amarga la bebida si se pasa. El Fernet es una bebida herbal espirituosa, de 45°GL, y aunque es originaria de Italia, Argentina es el país que más lo tiene arraigado dentro de su cultura y noches de boliche.
Otra bebida que los argentinos la llevan en la sangre es el Mate, que aunque no es alcohólica, le dedicare unas líneas. Elaborado por infusión con agua caliente de hojas de hierba mate, es común ver por la calle, a los argentinos (al igual que a los uruguayos y paraguayos) cargando su termo, su hierba y su mate (así también se le llama al recipiente para tomarlo, que originalmente era una especie de calabaza curada, pero que hoy día se utilizan diferentes materiales). También utilizan una especie de popote de metal, llamado bombilla, para tomarlo. El mate es una bebida social, y un grupo de amigos acostumbra tomar de un solo mate y una sola bombilla, pasándose de uno a otro hasta que se acaban el agua caliente del termo, cambiando de vez en vez la hierba del recipiente.
En ese viaje sólo tome mate en un par de ocasiones con personas que conocía en la calle Florida, zona céntrica de Buenos Aires cerca del obelisco, que en las noches se llena de artesanos que venden chacharitas, pulseritas tejidas, pinturas miniaturas, bisutería etc. Ellos me platicaban de la costumbre del mate, de lo pesado de los porteños, ja,ja (ellos eran Cordobeses y Rosarinos), me preguntaban del chavo del ocho y contábamos chistes de los dos países, al final les compartí un poco del tequila que llevaba y que era la primera vez que probaban.
A lo largo de Buenos Aires se pueden encontrar muchos bazares de artesanos (tianguis de chacharitas hippies) donde encuentras muchas cosas, unos especializados en antigüedades y cosas para coleccionistas. En uno cerca de San Telmo encontré una colección de Quilmes, 8 botellas conmemorativas con etiquetas antiguas de inicios del siglo pasado. Cerca de ahí, también me encontré con una cervecería artesanal que ofrecía muchos sabores de cerveza, entre ellas una sabor ají (con ají puta parió) realmente picosa.
Al estar el mercado dominado por los dos grandes imperios cerveceros, InBev y Heineken, se ha presentado un fenómeno interesante de las micro-cervecerías que ofrecen muchas opciones de cervezas artesanales totalmente nacionales, fenómeno que ya se presenta en Estados unidos y que en México también ha comenzado a surgir (Pero este será tema para otro blog).
Buenos aires tiene muchos lugares de interés: Palermo, Retiro, Puerto Madero (zona fresita para cenar y pasear), Boca (con su estadio y museo, catedral de Maradona) y cerca de ahí Caminito, donde vez parejas bailando tango y pequeños lugares para tomar una cerveza o un buen vino. Otro sitio interesante es Recoleta, con parques, museos, centros comerciales y restaurantes. Ahí me detuve a comer otro rico corte argentino y una buena botella de vino, en esta ocasión un Yauquen, cabernet sauvignon.
Después de varios días comiendo carne, el cuerpo empieza a protestar, lo bueno es que tienes la opción de comer buena comida italiana, pizzas al horno, pastas, ensaladas. Aunque siempre se tiene la tentación por la buena calidad de la carne de comer un buen bife de chorizo, un vacio, costillar, matambre o una rica parrillada.
Otros lugares donde puedes degustar otros platillos es en Rosario, ahí, puedes comer un rico “pescado dorado” cocinado a las brasas, pasear por sus playas artificiales a lo largo del rio y visitar el monumento a la bandera. A lo largo del Rio en Rosario es curioso ver las antiguas instalaciones de silos de trigo que hoy son adornadas de manera artística y dan colorido a la ciudad.
No pude constatar si el porteño es pesado o no, la mayoría de la gente está muy apurada en el ajetreo diario de una ciudad capital, las chicas bien vestidas y serias, no es fácil entablar conversaciones. Lo que si es que las personas que conocí, todas nacidas fuera de Buenos Aires, son amables, platicadoras y con interés de otras culturas (nada mas no les toques el tema Argentina-Brasil en el fútbol y todo irá de maravilla).
Así con unos kilos de más, tanto en mi cuerpo como en mi equipaje, por todas las cervezas y vinos que me traje, llegue a México, con ganas de regresar a Argentina y sus restaurantes, tiendas de discos, Gardel, las bailarinas de tango y bazares de artesanos.
Ok, ches, nos vemos en el próximo blog.
Cuando quieras venir nuevamente a Argentina, serás más que bienvenido!!!
ResponderEliminarEspero que andes bien! Saludos desde aquí!!!
Gracias Matias, para conocer Junin y alrededores.
ResponderEliminarSaludos